#QueremosVivirAquí. Historia de un hastag para reivindicar nuestros pueblos y comarcas.

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“¡Aquí quiero vivir!
Con la vista al horizonte
y en mi tierra la raíz.
Precisamente aquí.
Y por mí que gire el mundo,

ya lo veo desde aquí.
¡Aquí –repítelo- quiero vivir!
Ni en “Niuyor”,
ni mucho menos en Madrid.
(Yo soy así…
) “

Fragmento de la canción “Aquí” de la Ronda de Boltaña

 

 

El pasado 31 de Marzo se producía un hecho histórico. Por primera vez en muchos años unas 100.000 personas de muchos pueblos y comarcas diversas llenaban Madrid reclamando igualdad de trato con el medio urbano. La Ronda de Boltaña, parte esencial de la banda sonora del sentimiento aragonés, ha sabido recuperar el lema nacido de la lucha contra los pantanos en el Pirineo y adaptarlo para la marcha con la canción “Aquí”.

¿Pero qué es lo que conecta ambas luchas? ¿Por qué el mismo lema representa tan bien estas dos realidades?

En enero de 2004 el pueblo de Artieda cruzaba pacas de paja y tractores en la entrada de la localidad para impedir la entrada de los funcionarios de la CHE, que pretendían expropiar sus tierras para recrecer el pantano de Yesa escoltados por la guardia civil. Entre las pancartas de protesta sobresalía una que condensaba un hondo sentir en el pueblo: “Quiero vivir Aquí. Yesa No”.

En los discursos es tan importante lo que se dice como lo que no. En este caso en la frase “queremos vivir aquí” hay un hecho explicito (lo que se dice): el anhelo por mantenerse en el propio lugar, por echar raíces, y otro explicito (lo que no se dice): la falta de capacidad de decisión sobre la propia vida.

Además, hay una parte todavía más importante de lo que se dice y lo que no: lo que se hace. Debajo de la pancarta se encontraban los vecinos resistiendo, quedándose en el pueblo a pesar de la injerencia de fuerzas externas que trataban de violentarlos, en este caso la Confederación Hidrográfica del Ebro y la Guardia Civil.

Y es que hay una corriente subterránea que conecta la lucha contra el recrecimiento de Yesa y la lucha contra la despoblación, como los túneles que construye el viejo topo agrietando la tierra sobre la que se asientan las verdades “inamovibles” de la vieja sociedad. En ambos casos el capital vacía los recursos materiales y humanos del territorio para nutrir intereses ajenos al mismo, desfigurando paisajes, personas y formas de vida con siglos de historia y cultura tras de sí.

En este sentido, querer vivir en un pueblo amenazado por la despoblación se convierte en un acto de rebeldía ante esta desigualdad, sea consciente o no. Así, la imagen de los vecinos de Artieda plantados ante las autoridades, debajo de la pancarta de “quiero vivir aquí” condensa muy bien el conflicto al que se enfrentan nuestros territorios vaciados. Las personas que se quedan son las que mantienen los pueblos y pelean para llenarlos de vida, mientras se enfrentan a innumerables trabas provocadas por una “mano invisible que no llega” en palabras del presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez.

Unirse y organizarse es necesario, porque ante una desigualdad sistémica no caben salidas individuales. La respuesta ha de ser por lo tanto de sistema, y en plural, para así poder anular la segunda lectura del lema, la de lo que no se dice (lo implícito): no podemos vivir aquí porque no nos dejan.

Por eso creo que “Queremos vivir aquí” es un gran lema, llamémoslo hastag, para luchar por nuestros pueblos y comarcas. Ya que nos permite señalar todo lo positivo que tenemos a la vez que denunciamos todo lo que está siendo sistemáticamente vaciado, llevándose parte de nuestras vidas y de nuestra historia en el camino. Y es que llenar el país de vida es el primer paso para organizarse.

Por eso digo, decimos, hoy como ayer, que #QueremosVivirAquí.

Más información:

Documental “La batalla de Artieda”

Parte 1

Parte 2

 

Publicado originalmente en Arainfo y en El Diario de Teruel el 12 de abril de 2019.

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